Desde los primeros contactos supe que la boda de Cris y Nati iba a ser mágica. Ellos dos trotamundos (desde méxico) que recorrieron medio mundo con su amor y su bohemia al hombro. Eso los hace seres especiales, que uno aprende a querer rápidamente, entre locos nos entendemos, así que todo transcurrió con mucha fluidez y con muchas ganas de pasar una hermosa noche, en el salón La Delfina, una noche, plagada de emociones y buenos momentos.